RESEÑA

 

Educación para la Sustentabilidad: Una experiencia chontal

 

Ana Rosa Rodríguez Luna, Cirilo Cruz Dionisio, Eduardo S. López Hernández

En el año 2001, por casualidades y fortunas de la existencia, se encontraron varios actores, hasta ese entonces dispares y que en lo personal, habían contribuido a su manera y en sus ámbitos, a la construcción de un entorno mejor. Se compartieron experiencias, visiones y se coincidió en que juntos deberíamos iniciar un Modelo de Educación para el Desarrollo Humano Sustentable para el trópico húmedo en lo particular, pero no se exentaba posiblemente poder replicarlo en otras geografías y circunstancias, a través de cuatro ejes rectores: Educación, Sustentabilidad, Rescate Cultural y Participación Social.

Con ello se constituyó un grupo interdisciplinario y multidisciplinario, que permitió darle la versatilidad y transversalidad a las acciones y a los proyectos a conceptuar, diseñar y poner en marcha, en todo momento con la participación activa de los actores de las comunidades locales.

Una de las ideas centrales fue el no suministrarle a los proyectos plazos fatales, es decir, atarlos a una administración o a una solo instancia, por lo tanto, fue determinante establecer diversas alianzas con Instituciones de Educación Superior e Investigación establecidas en el estado, preponderantemente la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT), a la que en el camino se han sumado otras con las que se han establecido compromisos estratégicos.

Un motor imprescindible para este tipo de proyectos es la Sociedad Civil organizada, es así, que la Fundación Mundo Sustentable, A. C., ha sido el aliado invaluable con El Colegio de Investigadores de Tabasco A. C. una mancuerna que es el complemento sin el cual, no estaríamos hoy aún con más fuerza y ánimos que nunca. No podemos dejar de lado, a otras Instituciones y personalidades, que en todo momento han mostrado un gran compromiso, con las alternativas reales a problemas que diariamente se hacen más evidentes, por ello, es espontáneo hacer un reconocimiento a la Secretaria de Recursos Naturales y Protección Ambiental del Estado de Tabasco.

En mi opinión, con este equipo tan bien construido y equilibrado, y en el que he participado en su operación y gestión política con instituciones federales, estatales e internacionales, pudimos ubicar mejor el área principal de trabajo, para iniciar una serie de investigaciones y entregar los resultados de lo que hoy se entrega en esta edición, Educación para la sustentabilidad, una experiencia chontal, que fue originalmente desarrollada en el corredor rural indígena de Guatacalca-Oxiacaque, y específicamente en Olcuatitán del municipio Nacajuca.

Se seleccionó esta área por que el ambiente natural está muy perturbado, los problemas sociales como desintegración familiar, migración de población joven, alcoholismo, drogadicción y pobreza, eran y son aún evidentes. La agricultura y elaboración de artesanías se ha feminizado. En lo económico el campo está abandonado, y sospechábamos que el desarrollo social era muy bajo. En los aspectos culturales, advertimos las costumbres y tradiciones enormemente erosionadas, y lo más lamentable una lengua amenazada. A decir de la ciudadanía de estas comunidades, el apoyo gubernamental es ocasional, y más como respuesta a un reclamo, que como una estrategia para iniciar o afianzar una política de desarrollo, ya no sustentable, sino al menos armónico.

La investigación, en estos aspectos identifico las fronteras entre lo que no se quiere, y lo que aún puede ser una alternativa de rescate digno, sin imposiciones o mediante recomendaciones técnicas de algo zanjado, sino como una concepción y construcción del diálogo entre todos, principalmente dando palabra y voz a los actoreslocales, quienes nos han expresado que "Por siglos del río, pantano, popales, tierra y lagunas obteníamos casi todo para sobrevivir desde los alimentos, material para vivienda, artesanías, hasta instrumentos musicales, y hoy, este lugar está seriamente amenazado debido a la irracionalidad de la especie más racional el "ser humano". Todo por obtener beneficios económicos y rentabilidad personal".

Ellos nos propusieron sus intereses por querer recuperar su ambiente, su cultura y el respeto de su adoración a lo natural, y escudriñar lo que se ha quedado en el camino, su identidad.

Supusimos que otro elemento como la migración, venía influyendo en la debilitación de los sistemas de producción, además de la falta de apoyo a la economía rural. Estos problemas, contribuyeron a que se estableciera un relevo generacional en las actividades de las comunidades, pero no sólo en los descendientes, sino también en el género, de tal manera que la feminización de los procesos al interior de las comunidades chontales está en progreso.

Olcuatitán es una de las comunidades chontales más antiguas, en la que durante ciertos momentos de nuestro imaginario colectivo tratamos de que fuera donde se diera la diferencia, al establecer allí un laboratorio para traer al escenario un desarrollo rural sui generis en el sureste.Convendría parael conocimiento de todos que los camellones chontales, fueron un plan de infraestructura física donde falló el insumo principal en su aplicación y trasferencia, no solo la tecnología, sino la educación.

El conocimiento no es un privilegio, tenemos la obligación de transmitirlo, socializarlo y hacerlo útil para plantear, construir y solucionar problemas reales. Sobre lo anterior, es lo que ha venido haciendo este equipo de investigadores a lo largo de su existencia y permanencia en la zona y en sus instituciones.

Despuésdemásdediezañosdetrabajo,elestablecimiento de un centro comunitario de amplia convocatoria como el Centro Holístico Mundo Sustentable en Olcuatitán, motor y dispersor de múltiples cosas buenas.

En definitiva se cuenta con un esquema útil, para extender los conocimientos de las comunidades y de los resultados científico y técnicos, para la puesta en marcha de proyectos de largo plazo, donde se consideran todos los factores que -para bien o para mal- son útiles para el éxito de los mismos. La información recabada, procesada, y analizada partió de un buen diagnóstico. Esto ha sido trascendente, en la toma de decisiones, y para establecer estrategias reales con verdaderos programas de desarrollo sustentable, con una visión que va desde lo local, (con el apoyo y la facilitación de otros actores comprometidos) formados en esta corriente de pensamiento y acción, la educación ambiental para la sustentabilidad.

La educación es su fase formal se imparte en instituciones concebidas para tal fin, pero cuando esa educación se complementa con lecciones de vida, experiencias y el empirismo del colectivo social (lo que le compete a una educación no formal), tiene resultados de aplicación inmediata. Esa dualidad multiplica las formas para abordar los problemas locales, alcanzar consensos, descubrir potencialidades. Ponernos de acuerdo todos los involucrados.

Lo anterior se refleja en lo que se plasma en los capítulos del libro, y en cada uno de sus temas como la educación ambiental para el desarrollo humano sustentable, la propuesta de una recuperación para el campo y la cultura. La edificación del Centro Holístico Mundo Sustentable como el espacio idóneo hacia una educación para la sustentabilidad. El conocimiento del medio natural y el rescate de algunos de los valiosos saberes ambientales de los chontales de Olcuatitán. Una evaluación de la situación socio-ambiental para definir las necesidades de proponer la sustentabilidad, y como evaluarla.

Tratar de definir que los camellones chontales de esta comunidad pueden ser rescatados, y particularmente puestos a producir mediante un modelo ad hoc de desarrollo sustentable. El manejo de una materia prima para la artesanía como la cañita por mujeres chontales de este poblado no pudo dejar de ser analizado, ya que es una actividad propia de Olcuatitán, donde se recupera no solo su problemática, sino que se aportan soluciones variadas y una organización a los grupos de artesanas, mediante su educación en propuestas productivas.

La formación de valores ambientales universales a través de la Carta de la Tierra (misma que dio origen a una versión en el idioma chontal en Jum tuba ni ka’) repercutirá en estas generaciones y las nuevas en esta visión de valores para la sustentabilidad. Recursos que no eran valorados por nadie de esta comunidad y de todo el municipio, hoy son resultado de sendas intervenciones educativas para la sustentabilidad como elaboración de composta, resultado de la aplicación de la fuerza de trabajo y dedicación de las mujeres chontales.

Los jóvenes y señoritas chontales protagonizaron la investigación sobre gestión y educación para el manejo sustentable de residuos sólidos. Finalmente, un avance del impacto logrado por este Modelo de Educación Ambiental para el Desarrollo Humano Sustentable a través del Centro Holístico, en las palabras de su facilitador y demás coprotagonistas de este proceso de educación para la sustentabilidad, como son las mujeres, la juventud y sus infantes y los jefes de familia. Investigadores, profesores, gobernantes, empresarios, estudiantes de varios niveles y licenciaturas.

Cada uno de estos capítulos nos entrega resultados originales, cuenta nuevas historias, y se basa en los éxitos y reflexiones de todas y todos los involucrados. Sienta las bases y nos ofrece derroteros para aterrizar programas donde el fondo es la educación para la sustentabilidad, algo de suyo fundamental. Una labor donde se nos aportan ideas, que ultiman la importancia de la participación social, bien asesorada con mejores nociones.

Con la educación para la sustentabilidad se ha logrado mejor organización para detectar los temas prioritarios, y con ellos elaborar los proyectos con todo lo que estos implican, de cara a un futuro de autogestión, además de acercar el conocimiento y construir las sendas para alcanzar el desarrollo sustentable.

Referencia

López-Hernández, Eduardo S. (2012). Educación para la Sustentabilidad: Una experiencia chontal. Secretaría de Recursos Naturales y Protección Ambiental, Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, El Colegio de Investigadores de Tabasco A. C., Mundo Sustentable A. C., y Petróleos Mexicanos. Villahermosa, Tabasco, México. 125 p. ISBN: 978-607-95779-2-6