EDITORIAL

Respuesta farmacéutica ante emergencias sanitarias.

 

Abraham Gómez Rivera1

 

La globalización ha puesto a la humanidad ante nuevos escenarios que hace 30 o 50 años, podrían haber sido difíciles de imaginar, dentro de los que destacan los avances vertiginosos en ciencia y tecnología, una red comunicación e información instantánea y sistemas económicos cada vez más entrelazados. Si bien todo lo anterior es cierto, ha permitido un acercamiento social, cultural, educativo, científico-tecnológico y de otra índole entre los países del globo terráqueo, también han hecho que la problemática, como las relacionadas con la salud se vea cada día en un contexto global y no solo circunscrito a lo regional.

La alerta mundial que la Organización Mundial de la Salud emitió desde el segundo semestre del 2014, derivado de la enfermedad por el virus del Ébola (EVE) en los países africanos, como Sierra Leona, Nigeria, Libera y Guinea1, han puesto de manifiesto que en el siglo XXI, las enfermedades no pueden seguir viéndose solo desde la perspectiva local y/o regional pues el impacto puede ser a escala mundial, por lo que se requiere una nueva visión, multidisciplinaria, coordinada y eficaz de todos los actores dedicados a prestar bienes y servicios en salud.

Interesantes resultan las respuestas sanitarias para establecer protocolos de seguridad, manejo y atención en las últimas epidemias como las recientes del H1N1 y del Ébola; sin embargo, laspreguntas que surgen siempre ante estos nuevos casos son: ¿existen medicamentos para contrarrestar las nuevas enfermedades que están surgiendo?, ¿qué tiempo tardará en contarse con medicamentos para prevenir y curar las enfermedades emergentes?, ¿Cuál será su eficacia y seguridad terapéutica para combatirlas en caso de epidemias?.

Las respuestas en cuanto al EVE es que hasta la fecha no existe un tratamiento aprobado específico, ni una vacuna aprobada para uso humano; en el último caso, hay dos vacunas recombinantes en fases avanzadas de estudio que cuentan con el apoyo de la OMS2. Una de ellas emplea un adenovirus (serotipo 3) de chimpancés (ChAd3), expresa glucoproteínas de dos cepas de VE y en un ensayo clínico en fase 1 con voluntarios, la respuesta inmunológica fue dosis dependiente; la otro utiliza el virus de la estomatitis vesicular (rVSV) cuya experiencia

en humanos es muy limitada y hasta el momento solo se ha usado en un caso tras la exposición al virus3. Sin embargo, todavía restan muchos estudios para que estas vacunas sean empleadas en la prevención y/o cura a la EVE.

Derivado de lo anterior, es importante señalar que por una parte es innegable el esfuerzo que muchos grupos de investigación realizan buscando nuevas fórmulas para enfrentar las enfermedades y epidemias que afectan ya a nivel mundial, pero por otra parte, estos trabajos se han visto rebasados ante el avance vertiginoso de dichas problemáticas cambiantes y en la mayoría de los casos con peculiaridades genómicas, ambientales y sociales. Aunado a lo anterior, el enfrentamiento con los intereses comerciales de los grandes consorcios farmacéuticos parecen ser retos fuertes a superar para contar con medicamentos apropiados y suministrados a tiempo para atender la demanda de la sociedad y que hoy en día, no permiten responder de manera inmediata con medicamentos eficaces para atacar y prevenir las nuevas enfermedades que están afectando a nivel mundial.

En el caso de nuestro país, es importante destacar que las estadísticas sobre el dengue, año con año siguen reportando tasas altísimas de incidencia y mortalidad, pareciendo que los programas de atención a este problema no dan elefectodeseado.A nivel farmacéutico, las estrategias para atender esta enfermedad son sólo paliativas, si bien, se ha desarrollado una vacuna para esta enfermedad, el acceso a la misma y los estudios a nivel poblacional son nulos. No podemos estar supeditados a que el dengue se convierta en una amenaza sanitaria para los países desarrollados, como ha sido la enfermedad del Ébola, para implementar acciones de controlar en dicho problema, donde todos los responsables de la salud en nuestro país, dejen a un lado intereses mediáticos y se gestionen programas bien coordinados para el tratamiento y erradicación del dengue con todas sus variantes.

Por ello, es necesario que los grupos de investigación farmacéutica en nuestra región, asuman el compromiso de investigaciónydesarrollodemedicamentossintéticos, naturales, biotecnológicos, etcétera, que respondan a

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las emergencias en salud, así como estudios a mediano y largo plazo junto con grupos multidisciplinarios sobre el efecto que tengan los nuevos fármacos en la comunidad.

REFERENCIAS

  1. OMS: Ebola virus Disease Update – West Africa. Actualización 6 de agosto de 2014. Disponible en: http://www.afro.who.int/en/clusters-a-programmes/dpc/epidemic-a-pandemic-alert-and-response/outbreak-news/4240-ebola-virus-disease-west-africa-6- august-2014.html

  2. Maurice J. WHO meeting chooses untried interventions to de¬feat Ebola. Lancet 2014 Sep 20; 384(9948):e45-6.

  3. Mullard A. Experimental Ebola drugs enter the limelight. Lancet 2014; 384:649.

1 Maestro en Ciencias Biomédicas. Profesor Investigador de la DivisiónAcadémica deCiencias Básicas, Universidad Juárez Autónoma de Tabasco.

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